Antes de entrar en materia con el objeto de mi post de hoy, quisiera hacer una advertencia a los señores de Carrefour [Espacio reservado para la publicidad] por la manía que tienen de querer internacionalizar todos y cada uno de sus productos.
Que servilletas en portugués se diga ‘guardanapos’, o tinte, 'tintura'; que ingredientes en alemán se diga ‘zutaten’ o patatas ‘kartoffeln’; que invariable e irremisiblemente quieran hacer del español medio un cultivado ciudadano del primer mundo con los plenos derechos de un europeo de pro, en lugar del ubersexual que se pasea por las playas de levante con los pelos del pecho (y la espalda) al viento y bañador farda güevos mientras persigue suecas bien dotadas, no significa que debamos quedarnos sin comer. Y a las pruebas me remito…
(Vaaaaaaaale, vaaaaaaaale... reconozco que la foto es mala de narices).
(Esta tampoco es una maravilla. Pero viene a demostrar que en mi congelador sólo hace falta poner un telesilla y cobrar los forfaits XD ¡en fin...!).
(Aquí ya se empieza a intuir...)
(Bieeeeeeeeen, sólo han hecho falta cuatro fotos...!)¡Joder! Que sea una rata, no significa que me gusten los tropezones ajenos de un niñato que se va de botellón los jueves, viernes y sábados al ritmo de ‘música’ bakaluta a la que llaman música porque en este mundo ‘tiene que haber de tó’. Hasta sordos.
En fin…
Después de dar mi punto de vista sobre la extraña maniobra de ‘márquetin’ que tienen en Carrefour [Espacio reservado para la publicidad], voy a contaros el propósito de esta entradita: Los Pelosantes.
Que los Pelosantes son mis dos sobrinos más mayores, debería saberlo todo el mundo a estas alturas; que me lo paso pipa con ellos, también; que ellos se lo pasan pipa conmigo, es de suponer (aunque todavía no estoy muy segura de ello); y que también son llamados Guistillas, es algo de cajón (¡eggggg queeeeee! ¡Mira que no saberlo, coñiiiiiiiiiiiiiiiioooooooooo…! ¡Hay que eggggplicároslo tó!).
La anécdota transcurrió el pasado catorce de noviembre (sábado). Me fui a Glaglagluíx a comer a casa de mi hermana. Íbamos mi cuñado y yo de camino cuando paramos en una tienda a comprar unas bebidas para la comida. Yo decidí comprarles a mis sobrinos un par de huevos Kinder [espacio reservado para la publicidad]…
¡Uyssss, estos no…!
Estos mejor para Bush Jr.
Esto es lo que se debería poner en las paredes de los despachos :-D
Llegamos a casa y los Pelosantes (o Guistillas), estaban sentados en el sofá con unos catálogos de juguetes, escribiendo la carta para los Reyes Magos [Espacio reservado para la p... ¡ay, no... aquí no!].
Rata Infecta: ¿Os vais a portar bien?
Pelosantes: ¡Sí!
Rata Infecta: ¿Os lo vais a comer todo?
Pelosantes: ¡Sí!
Rata Infecta: ¿Y sabéis lo que va a pasar si no os portáis bien o no os lo coméis todo?
Guisante (el mayor, de 6 años): ¡Sí!
Como me sorprendió la seguridad con la que respondía, le miré fijamente y le pregunté: ¿Ah, sí? ¿Qué va a pasar?
Guisante: ¡Que te vas a cagar encima de nosotros…!
¿?
¿?
¿?
¿?
¿?
Evidentemente, no pude evitar reírme mientras me llevaba los güevos de los ídems para meterlos en la nevera.
Se portaron bien, se comieron todo… al final no hizo falta cagarme en ellos y tuvieron de postre los ‘Kinder sorpresa’ [Espacio reservado para la publicidad]. ¡Ayssssss…!
¡Un beso, mom petits de sussue!
PD. : Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, quisiera dedicar la entradita de hoy a agradecer a My Little Female Disaster el maravilloso premio que me otorgó hace unas cuantas semanas (jurjurjur… casi dos meses XDDD).
Colocado en mi galería queda… Para la posteridad.
Lo que no me queda muy claro es el porqué del sello. ¿Será porque estoy para que me rechupeteen entera (o para que me hagan un traje de saliva)? XDDDD
Tendré que pensar en ello, sí.
