jueves, 18 de junio de 2009

La Rata Infecta y su Cura de Humildad. O Cómo Dios Castigó a La Rata Infecta Parte V (Bubi 5:1-3).

En capítulos anteriores…

(Bubi 1:1-2).

[Dios se lo piensa bien y castiga a la Rata Infecta con una dislocación de mandíbula en lugar de cerrarle el blog después de decir todo lo que ha dicho sobre Él. Parece ser que el Altísimo ha decidido obviar los comentarios sobre Ratzinger. ¿Será porque ni Él mismo lo aguanta?].

(Bubi 2:1-2).

[Dios decide enviar la undécima plaga sobre Bubilandia para reventar la manifa fachorra antiabortista. Dicha plaga es peor de lo que la Rata Infecta esperaba. Anselmo vuelve a pisar Bubilandia más tocahuevos que nunca].

(Bubi 3:1-2).

[Bubi lucha con la undécima plaga que le ha enviado Dios].

(Bubi 4:1-4)

[Bubi debe luchar contra las ingentes compañías telefónicas que asolan el mundo con sus bárbaras facturas].

Hallábase la Rata Infecta en su cloaca, pensando en las fiestas de Rataciudad… (fiestas en las que, por cierto, lo único de mención es que vendrá la Soyeya ¡yupiiiii, bravo, bravo, hurraaaaaaa!...).

[Espacio reservado para el sarcasmo].


… cuando…

- ¡Rata Infecta!
Salí de mi ensoñación. ¿Quién me llamaba? ¿Quién osaba sacarme a empellones de mis sueños? ¡Kgonlaputa! Justo en el momento en el que le prendía fuego al escenario con la Poyeya pegando los graznidos de rigor…
- ¡RATA INFECTA!
- ¿¿¿¿¿Qué pasa, cojonesssss?????
- ¿No me oyes llamarte?
- ¿Quié… quién eres?
- ¿¿¿¿¿NO SABES QUIÉN SOY?????
- ¡Sí, hombre! Harry Potter, ¡no te jode!
- ¡SOY DIOS!
Un relámpago cruzó el firmamento. Me daba la ligera impresión de que no estaba el Hacedor de muy buen humor.
- ¡Y una mierda! ¡Eres una paloma, que te estoy viendo!
Y era cierto. Una paloma blanca había venido a posarse ante mis propios hocicos.
- He venido así para que hablemos de igual a igual. De rata a rata…
- Has venido porque empiezo a gustarte un poco, ¿a que sí? ¡No te preocupes, a todos les pasa tarde o temprano…!
- ¡¡¡¡¡No seas soberbia, Rata!!!!!
El suelo tembló y he de reconocer que mis canillas también lo hicieron al compás. ¿Cómo conseguía Dios que los elementos le acompañaran cuando se cabreaba?
- En fin, Rata –comenzó a decir una vez se hubo calmado-, he venido a…
- … decirme que me cierras el blog.
- No exactamente. He venido a llegar a un acuerdo contigo.
- ¿Un acuerdo? –Tragué saliva. O mucho me equivocaba, o al final iba a salir perdiendo-. ¿Qué clase de acuerdo?
- Quiero que hagas una cura de humildad en tu blog.
- ¿Una lo quéééééééé?
- Una cura de humildad. Últimamente te veo un poco dispersa. Te lo tienes de un subidito que espanta y haces comentarios muy narcisistas en tu blog.
- ¿Cómo cuáles?
- Como que vas de fiesta con Berlusconi…
- … Créeme que eso no es algo de lo que me enorgullezca…
- … haces comentarios egocéntricos sobre ti… -Continuó sin hacerme caso.
- ¿… Qué culpa tengo yo de mi físico?
- … insultas a diestro y siniestro a todo lo que se mueve… -Insistió.
- ¡Anda, coño! Porque no son como yo…
- Por eso he decidido volver a castigarte. Una cura de humildad es lo mejor que puedo hacer por ti. Es por tu bien.
- ¿Vas a obligarme a quedar penúltima en el Festival de Truñovisión?
- ¡No! Algo mucho peor. ¡¡¡¡¡VOY A HACER QUE NO LLEGUES A LA NOTA DE CORTE DE TUS OPOSICIONES…!!!!! Te vas a cagar, Rata Endemoniada…
- ¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!

¡Aló, mom puturrús de foie!

Pues sí, miscaramelitosdemielyalmendrascubiertosconunacrujienteyespesacapadechocolatecaliente, no me ha llegado la nota de corte… ¡Qué ídem! Y qué pedazo de truño. Yo, que me las prometía tan felices, viviendo del cuento el resto de mi rataquítica vida. Diciéndoos a todos vosotr@s: ‘Vuelva usted mañana. Vuelva usted mañana. Me gusta el café con leche. Es mi hora de desayunar…’. Pero lo conseguiré. Vaya que sí. Y cuando lo haga podré comprarme la casa de mis sueños. Y tomar café durante todo el día. Y desayunar siete veces como los Hobbits… ¡BWAH-AH-AH-AH-AH-AH-AH-AH! (Os juro que es una risa. No es un llanto…). En fin.

Mientras tanto. Estoy tratando de levantarme la moral con unas fotitos que he encontrado y que pego a continuación para haceros partícipes de cómo soy y la envidia que doy. (¿Será por esta actitud por la que me ha castigado el Altísimo? ¿Por qué le llaman Altísimo?).

Decir que soy guapa es decir poco:

Decir que sé bailar es decir poco:


Decir que sé cocinar es decir poco:


Decir que me quedan muy bien los tangas es decir poco…


Decir que viajo es decir poco…



Decir que he ganado premios es decir poco…
Y decir que tengo vida social es decir muy, muy poco…



¿Por qué, entonces, preocuparme por las Opos? Si estoy segura de que muchos de vosotros no dejaríais de mí ni el hilillo de los tangas que aparecen en las fotografías… ¿A que no?

XD

¡Un beso, mom petits de sussue!

PD.: El caso es que no sé si lo he entendido bien… ¿No era esto lo que quería Dios que hiciera? :-D