jueves, 16 de julio de 2009

La Rata Infecta contra las Malas Artes de Carlos Becerra

¡Aló, mom puturrús de foie!

En esta época de sequía veraniega (si lo leéis con la entonación de Juan Carlos Palito, os partiréis la p0ll4 XD), apenas tengo neuronas vivas en mi cerebro de animal de cloaca. Pero, haciendo un esfuerzo, estoy aquí para contaros algunas cositas y, de paso, haceros partícipes de un misterio que me trae de cabeza.
Lo primero de todo, quería felicitar a Dios por entrar en mi blog y, así, demostraros que cuando digo que hablo con él no se trata de algo que esté en mi cabeza. Dios ha estado en mi cloaca. Yo he estado en su nube, y el muy cabr… simpático, me llama a mi móvil personal para echarse unas risas… ‘¿Sabes la última de Michael Jackson? ¡Quiere conocer al Niño Jesús! Naturalmente le he dicho que Jesús no es tan niño, que ya tiene treinta y tres años, pero él dice que quiere sentarse a su diestra, aunque no me dice dónde va a tener él las manos…’ (*).
En otro orden de cosas, sólo quería decirle a uno de los bloggeros (Mr. Carlos Becerra), que ya he limpiado la cloaca.
Todo esto viene por una conversación telefónica que ‘tuvimos’ la semana pasada. Bueno, bien, de acuerdo… No tuvimos ninguna conversación. Ya que él no me dejó decir nada y se pasó el rato insultándome :-D ¿Se puede ser más… más… más…?
Me pidió que limpiara mi cloaca más a menudo, y eso hice este fin de semana. Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, y que el examen gordo lo tuve el domingo pasado, este finde me he puesto manos a la obra y he hecho una labor titánica.


Aspiradora, plumero, fregona, bayeta, escoba, recogedor… todo lo manejaba tan feliz con mis patitas garrudas… Hasta que de pronto…


¡CHANCHÁN!


¡KGONLAPUTA! ¿¿¿¿¿Qué coño es eso?????




Me acerqué con cautela, sabía que me jugaba la vida. Un error y mi cuerpo podría acabar tirado en cualquier cubo de basura en tiempo récord. Despacio. Despacio… Primero una pata, después otra, con suavidad, que no se notara que estaba convirtiendo en marrones mis pantalones morados… Sin hacer ruido, casi sin respirar. Y lo vi… Lo más asqueroso que había visto en la vida.




¿Un casco de motorista? ¿Un mojón de liliputiense? ¿Un moco reseco de cualquiera de mis sobrinos? ¡Noooooo! ¡¡¡¡¡UN AVISPERO EN LAS FALDILLAS DE LA MESA!!!!!

¡¡¡¡¡AGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGGHHHHHHHHH!!!!!

Evidentemente, no os diré que grité como una nenaza, ni que corrí a refugiarme en los amorosos brazos de mi héroe (Súper Ratón, por supuesto), mas no porque no lo hiciera, sino porque no os lo voy a decir :-D (que ya os había avisado, leñe…).
Esperé a que la avispada avispa saliera de su inmundo circulil (no cubil, porque era redondo :-D), cogí una de mis sandalias y, con saña, le aticé tal leche al avispero que lo mandé a la estratosfera… ‘¿Quieres más, sucio reducto de barro seco?’, le grité, ‘¿quieres más, adorador de Satán?’. Lo pulvericé con mis sandalias, no por el golpe, sino por el olor que desprenden, y, después, me volví al cristal de la ventana… Y ahí estaba ella. Mirándome con cara de pocos amigos.
- Bzzzzzzzzzz, bzzzzzzz! [¡Zorra asquerosa, mi casaaaaaaaa!).
- ¿Quieres tú también probar la misma medicina, golfa?
- Bzzzzz bzzzzzz, bzzzzzzz bzzzzz bz! [¡Te has cargado mi casa, perraca de mierda!).
- Y lo volveré a hacer una y mil veces, insecto del inframundo.
- Bzzzzzzzz bzzz! [¡No si yo puedo evitarlo!]
Me acerqué con una sandalia en una mano y un espray mata bichos en otra. Si tenía que morir, sería peleando, como una campeona.
- Bzzzzz bzzz, Bzzzzzzzz! [Vade retro, Satanás]
La avispa me miró, yo la miré a ella. Sus ojos brillaban con locura. Había perdido su casa y sabía que podía perder mucho más. Podía perder la vida… o la virginidad. Lo primero que ocurriera.
- Bzzzzzz bzzzzzzzz, bzzzzzzz! [¡No me cogerás viva, berzotas!]
- Te aniquilaré, aunque sea lo último que haga, jalagranputa.
- Bzzzzzz, bzzzzzz! Bzzzzzzzzzz bzzzzzz bz [¡Ni lo sueñes! Antes te picaré en el glande]
- ¡NO TENGO GLANDE, ANORMAL DE LOS COJONES!
- Bzzzzz bzzzzz bzzzz… [Pues en el puturrú de foie]
- Esa expresión es mía, copiota de mierda.
La lucha fue encarnizada. La avispa sacó el aguijón y trató de clavármelo entre los omóplatos como si fuera un estoque. Retrocedí. Avanzó. Se me echó encima y la repelí con mi sandalia radioactiva.
- Bzzzzzz bzzzzz bzzzzzz. Bzzzzzz bzzzzzzzzz bzzzzzzzzzz [Has parado este golpe, pero no pararás el siguiente. Te arrancaré los testículos y me haré un bolso para llevar las pastillas contra la sinusitis].
- ¡JALAGRANPUTA, NO TENGO TESTÍCULOS! –Gritaba yo con furia- Pagarás cara tu osadía.
- Bzzzzz bzzzz bzzzzz bzzzz [Pues, entonces, te arrancaré los ojos y jugaré a las canicas con ellos].
- No osarás, cerda voladora. Te sacaré los intestinos y me haré una bufanda con ellos. Ya verás, ya…
Las fuerzas estaban muy igualadas. No había piedad. Cuando una avanzaba la otra retrocedía. Cuando una retrocedía la otra avanzaba. Nuestras armas chocaban sin cesar con estruendo. Gotas de sudor perlaban mi frente. Notaba los músculos en tensión. Mis garras aferraban mis armas sabiendo que de ello dependía mi vida.
- Bubi, ¿qué haces que no nos dejas dormir la siesta con tanto ruido, tanto grito y tanto llanto?
:-D ¡Qué bien, mi papi ha venido a ayudarme!
Se oyó un seco
‘¡Plaf!’. De un manotazo la avispa dejó el mundo de lo vivos para ir al Cielo de las avispas… o donde coño vayan las avispas con su cinturita de avispa y su cuerpín de avispas…
(que conste que no es envidia, ¿eh?).





Este es el cadáver de la culpable. Evidentemente, no tuvo ningún entierro digno. La lancé por la ventana en cuanto me cercioré de que podía tocarla sin temer por mi vida. ¡¡¡¡Ahhhhh, qué gusto da ser tan valiente…!!!!!


Ni que decir tiene, que todo esto es por culpa de Carlos Becerra. Si no me hubiera metido en la cabeza esos puñeteros consejos sobre higiene, yo no habría corrido semejante riesgo personal. La próxima vez, chato, vienes tú y limpias. O, al menos, intenta ser más sutil a la hora de tratar de asesinarme, ya que tus sicarios han foll… esto… fallado.

Por otro lado, me gustaría hablaros también de un misterio. Debería tener la misma categoría que el milagro de los panes y los peces:

¿Alguien puede explicarme cómo es posible que hable 58 segundos con alguien con quien estoy furiosa y cabreada (véase
Anselmo, por poner un ejemplo), y Vomistar me cobre 4,13€, y con otra operadora hable veintidós minutos y me cobren poco más de dos euros? Siempre he sido mala con los números. Por lo que veo hay gentuz… gente que es mejor que yo.


¡Un beso, mom petits de sussue!

PD.: Quisiera dar las gracias a la abeja Maya, que ha colaborado en la traducción. Aunque el abejo y el avispo no sean el mismo idioma, ella ha sido una ayuda inestimable.
PD2.: Carlos, ¿serías tan amable de darme tu dirección para enviarte el cadáver de tu ‘sicaria’? ¡¡¡¡¡Asiasssss!!!!!
(*) Sustitúyase Michael Jackson por el Duque de Feria… si se es fan del cantante :-D Si se es fan de ambos, se puede sustituir por Jesucristo, por aquello de 'Dejad que los niños se acerquen a mí...'.





Y pa loh jevises...