viernes, 13 de marzo de 2009

De Hijoputas Está el Mundo Lleno…

¡Aló, mom puturrús de foie!

Como me han dado mi primer premio (parece mentira que aún hoy haya algunos que no se han enterado del notición), he decidido hacer una entradita educativa para demostrar que, a pesar de ser una mosca cojonera, no soy mala rata.
Hoy voy a hablaros de los hijoputas. Sí, hijoputas. To’junto.
Los hijoputas pueden ser altos, bajos, gordos, flacos, calvos, melenudos, desdentados o con perlas brillantes y ‘ultrablanqueadas’.
Los hijoputas pueden ser españoles o extranjeros. Terráqueos o extraterrestres. Pueden ser masculinos o femeninas (aunque estas últimas se llaman hijaputas).
En el tiempo que llevo viviendo entre Rataciudad y Bubilandia, me he dado cuenta de que hay mucho hijoputa suelto. Hijoputas que no lleva ni correa, ni bozal. Hijoputas que te saludan o no. Hijoputas que te miran o no te miran.
Quizás todos (al menos las ratas), tenemos nuestro pequeño punto hijoputil. Alguien que nos cae mal y a quien ponemos a caer de un burro; algún jefe al que no podemos ni ver y al que llamamos ‘Farlopas’ cuando no nos ve ni nos oye (si decís algo lo negaré todo); alguna jefa a la que llamamos Beatle por el peluco que se gasta (cuando no es John Lennon o Paul McCartney) ; algún vecino que se queja de que tu conejo peludo se pasea por los garajes olisqueando las flores y asusta a su hijo (‘deberíaustedmantenerasuhijoalejadodemiconejopeludo’, os juro que esto sonaba mejor en mi cabeza ;-P)…
Admitámoslo, miscaramelitosdemielyalmendrascubiertosconunacrujienteyespesacapadechocolate, tod@s somos un poco hijoputas.
Pero, para que el concepto os quede un poco más claro, os voy a poner unos ejemplos gráficos. Es decir, lo voy a explicar con dibujos y fotos (¡pormissantoscojones!).

Tenemos al hijoputa al que podemos llegar a admirar. Por el que podemos decir: ‘¡Qué hijoputa!’. Porque, aunque haga las cosas mal hechas, las hace con el descaro de quien se sabe inmune o, cuanto menos, ‘pasado de tó’. El típico que, cuando nosotros vamos, él ya ha vuelto tres o cuatro veces…



Es el hijoputa listo, el campeón de lo campeones. Pero, veamos otro ejemplo…



También está el que se ríe de nosotros en nuestra cara y, encima, queda como un ‘semidios’…



El que espera sentado a que metamos la pata para reírse de nosotros en nuestro careto… u hocico (si eres una rata)...



El que nos jode la foto a conciencia. A sabiendas de que es la única vez que vas a tener esa oportunidad para captar la esencia del momento…



El que nos gobierna y nos ahoga…



El que hunde nuestra economía…



El que nos hace la vida imposible...



El que nos despierta a la hora de la siesta…



El ‘bromista’…





El que no se contenta con tirar al suelo nuestros mitos, sino que los pisotea, se mea sobre ellos, se limpia el culo con sus restos, los escupe y los lanza a la estratosfera de una patada en los lobanillos…







Está el hijoputa que te molesta en el trabajo...



Y el que te jode el viaje de tu vida…



Esta ha sido mi clase magistral de hoy, mis querid@s niñ@s.
Mi conclusión es que, vayáis donde vayáis, siempre habrá un hijoputa cerca.
No quiero cerrar esta entradita sin poneros deberes para el próximo día. Eso sí, son deberes con premio. A quien los haga bien, le enviaré sin coste alguno el siguiente regalo…



Quiero que veáis la siguiente foto y decidáis si sois o no malas personas…
Sólo seréis buena gente los que la veáis con seriedad durante cinco segundos.
Sólo cinco segundos…
¿Estáis preparados?










¿Seguro?










Sure?










Mirad que el ejercicio es difícil.












XD

¡¡¡¡¡Yo no lo he conseguido, soy una auténtica hijaputa!!!!!

¡Un beso, mom petits de sussue!