jueves, 2 de abril de 2009

Y Dios Premió a la Rata Infecta con uno de los Mejores Regalos que Jamás el Roedor había Soñado.


¡Aló, mom puturrús de foie!

Me encontraba de nuevo sentada en el sofá de mi sala de estar, pensando en lo ratonil y lo divino, en si era verdad que existía el Más Allá, si habría una salida rápida y poco dolorosa a la crisis mundial y si mis sobrinos eran tan guapos porque como nexo de unión me tenían a mí, cuando escuché algo en la habitación contigua.
No era un ¡paf!, no era un ¡ping!, no era un ¡boing! ¡Era un CATACROCK! Tan estridente y tan brutal que todos los adornos del aparador cayeron al suelo formando un gran estrépito.
- ¡MKAGONLAPUTA! –Vociferé mientras me abalanzaba hacia el origen del ruido en dos ratazancadas.
Cuando encendí la luz vi a Dios… Sí, Dios… Sí, de nuevo…
- ¿No sabes entrar en silencio, hombre de Tú?
(¿Hombre de Tú? ¿Hombre de Dios?).

- Es que venía un poco cabreado después de tener una charlita con Ratzinger.
- ¿Qué ha hecho esta vez?
- No se trata de lo que ha hecho. Me he dado cuenta de que al crearlo algo hice mal. Lo he revisado con los planos y no consigo encontrar la razón. Así que he puesto a trabajar a mi equipo de ingenieros. No sé si será un fusible, un engranaje o la madre que lo parió…
- ¡Dios…!
- Perdón, una manera de hablar. Tanto tiempo en el taller junto a hombres rudos y aguerridos y uno ya empieza a blasfemar incluso contra sí mismo.
Dios parecía cansado. Se sentó en el sofá y apoyó su cabeza entre sus manos, mirando al suelo y suspirando.
- ¿Vienes, por enésima vez, a cerrarme el blog?
Dios levantó la vista, parecía más perdido que un pedo en un jacuzzi, de repente posó sus ojos en mí y, como si volviera de una ensoñación, me respondió:
- No, Rata. No he venido a cerrar tu blog. En todo caso cerraría el de Anselmo por decir esas barbaridades en la Catedral. Pero ya me pasaré por su casa mañana. Anselmocity me pilla un poco lejos.
- ¿Entonces?
- He venido a premiarte, Rata. He venido a premiarte por luchar contra la peor plaga de todas. Por tratar de salvar a la Humanidad, por defender la razón y poner a parir a Aznar, €$PP€culanza, Bush y compañía. He venido a premiarte…

Mis queridos caramelitosdemielyalmendrasrecubiertosconunacrujienteyespesacapadechocolate, no me da vergüenza decir y admitir que hoy he llorado. Y que sigo haciéndolo ahora mismo.
He llorado de felicidad, he llorado de rabia y he llorado porque soy una putalloricademierdaalaqueleemocionacualquiercosahastaelanunciodeIberiadelosputosTresReyesMagos. ¿La razón? ¡Facebook es grande, amig@s! Facebook es muy grande. Alguien se ha puesto en contacto conmigo y con mi familia después de más de quince años. Alguien que ha sufrido lo mismo que sufrimos nosotros, mis hermanos y yo, hace más de veinte años. Alguien que quiere contactar con nosotros para hablar y recuperar el tiempo perdido. El tiempo que alguien nos robó siendo niños, sin explicaciones, sin palabras. Haciéndonos partícipes demasiado pronto de algo no que teníamos que haber sabido a tan temprana edad. Porque éramos unos mocosos que no levantaban un palmo del suelo, ni tenían años suficientes para entender la vida y sus malvados quiebros.
Estoy feliz y triste. Feliz porque veo que la gente persiste en la búsqueda de la verdad que realmente les pertenece, que nos han encontrado y se han alegrado de hacerlo. Triste, al ver que la historia se repite, repitiéndose lo que nosotros sufrimos hace tiempo. Los que nos buscan lo hacen porque se sienten identificados con nosotros (mis hermanos y yo).
Hoy me han encontrado por Facebook, y nunca me he sentido tan bien de ser perseguida como una rata delincuente :-D (Nada de paranoias, nada de manía persecutoria).
¡Si me permitís, declaro oficialmente hoy como el día de San Mark Zuckerberg!

¡Un beso, mom petits de sussue!

PD. : ¡Jódete NAZInger, que yo beatifico a quien me da la gana y en menos tiempo que tú!
PD2.: Mañana volveré a relatar las maravillosas aventuras de Anselmo en la Tierra Prometida… ¡y colgaré una foto de él en bolas...! ¿Que no?