lunes, 9 de febrero de 2009

Eluana

Aló, mom puturrús de foie!

Hoy me gustaría hacer mi entradita algo seria. El hecho es que ha sucedido lo que unos esperábamos y otros temían: Eluana Englaro, por fin, descansa en paz.


Acabo de llegar a casa y me he encontrado con la noticia. Al final no han transcurrido las dos semanas que le auguraban los médicos, falleciendo esta misma tarde a las 19:10 horas.
Casos como el de Eluana, el de Ramón Sampedro, el de Inmaculada Echevarría o el de Terri Schiavo me abren las carnes porque me hacen sentir impotente. ¿Quién tiene el poder de decidir sobre la vida y la muerte de otros? ¿Quién sabe qué es lo que alguien en el estado de Eluana o Terri siente o padece?
Separo a Eluana y a Terri de Ramón e Inmaculada, porque los casos son diferentes. En estos dos últimos sí existía conciencia y lo único que les faltaba a ambos era el poder para llegar a cometer el acto de dejar de vivir.
Eluana estaba en coma irreversible desde hace más de diecisiete años. Enchufada a una máquina que respiraba por ella y que la alimentaba e hidrataba. Sin poder abrir los ojos, sin poder sonreír, sin poder tocar, hablar o ver. Eluana, antes de entrar en el túnel, comentó a sus padres su deseo de morir en el caso de acabar en coma como lo había estado un amigo suyo un año antes. Pero esto ha tardado diecisiete años en suceder.
Il Cavaliere, Silvio Berlusconi, se cruzó en su camino en los últimos años de su no vida, para evitar que lo irremediable sucediera.
El hombre sin arrugas, que no puede dejar de sonreír por sus continuos estiramientos, quiso ponerse el mundo por montera y decidir sobre algo tan ajeno a él como la vida de otra persona. Al grito de: ‘Eluana no puede morir, hay que dejar que la Naturaleza siga su curso’, y con un báculo y una mitra como armas, se enfrentó a la familia, a la opinión pública nacional y extranjera, al Presidente, Giorgio Napolitano, y al mismísimo Tribunal Supremo italiano.
¿Quién es Berlusconi para decidir? ¿Quién el Vaticano? Se trata de una decisión personal de Eluana. Meditada durante el año que vio cómo su amigo se consumía en la cama de un hospital sin posibilidad de revivir.
Entiendo que haya gente que no quiera ver la Eutanasia ni de lejos. Lo comprendo aunque no lo comparto. Pero es una decisión personal. Sinceramente, si a mí me sucediera lo mismo que a Eluana o a Terri. Lo mismo que a Ramón o a Inmaculada. Lo mismo que le está ocurriendo a cientos de personas ahora mismo en el mundo, yo querría dejar de vivir. No podría soportar tener a mi familia sufriendo a mi alrededor, obligándola a venir todos los días a verme, a esperanzarse porque parece que he movido el dedo meñique del pie izquierdo o parece que se me mueven los párpados. La vida es para vivirla, y la gente debe decidir cómo hacerlo con su propia existencia.
‘Que la Naturaleza siga su curso’ –Decía el ‘estirao’. ¿Su curso? Su curso habría sido que jamás la hubieran conectado a ninguna máquina. Ya de por sí, su deseo es contradictorio. La Naturaleza no inventó las máquinas con las que inmovilizaron a Eluana a una vida que no podía disfrutar. La Naturaleza no le daba de comer o de beber por unos maravillosos cablecitos. La Naturaleza no le daba el aire que sus pulmones no podían coger por sí mismos. Es contradictorio. Es incongruente, incoherente.
Obligar a una persona inerte a vivir contra su voluntad y contra las leyes de la ‘Naturaleza’ es tan egoísta y maquiavélico como los experimentos del doctor Josef Mengele. Pero enfrentarte a una resolución judicial expedida por el Tribunal Supremo de tu país amenazando con un cambio constitucional para hacer la Carta Magna según tus deseos es fascista y dictatorial. Mal anda la sociedad contemporánea y la democracia si el Jefe de Estado de un país moderno se deja convencer por la sección más rancia y ‘carca’ de una institución milenaria que se quedó anclada en el Medievo.
Me alegro de que el señor sonrisas no haya llegado a tiempo con su ley ‘express’. Me alegro de que muchos italianos hayan visto lo que muchos europeos llevábamos tiempo viendo. Me alegro de ver cómo Berlusconi ha quedado en ridículo ante la sociedad del S. XXI (que no es la misma que la de la Edad Media). Y me alegro de que, por fin, Eluana esté descansando en paz. Se lo merece después de 17 años de lenta agonía.

Para el que quiera leer:
http://www.20minutos.es/noticia/448414/0/vida/eulana/firma/
http://www.20minutos.es/noticia/448931/0/eluana/vaticano/eutanasia/
http://www.20minutos.es/noticia/449262/0/eluana/italia/muerte/
http://www.antena3noticias.com/PortalA3N/noticia/internacional/Muere-italiana-Eluana-Englaro/4645799
http://www.ideal.es/granada/20080710/cultura/ultimos-dias-eluana-20080710.html
http://www.lavanguardia.es/ciudadanos/noticias/20081114/53579310069/las-monjas-que-cuidan-a-eluana-englaro-se-ofrecen-a-cuidarla-sin-pedir-nada-a-cambio-porque-la-sient.html
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Eluana/sale/escena/explica/libertad/elpepusoc/20090209elpepusoc_1/Tes
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2009/02/04/medicina/1233755633.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/02/05/internacional/1233857090.html
http://www.abc.es/20090209/internacional-internacional/estado-fisico-eluana-sigue-200902091559.html










¡Un beso, mom petits de sussue!