domingo, 5 de abril de 2009

Diferencias entre Hombres y Mujeres.

- Paseando un día por el Universo me encontré el Mundo. Como ya te dije hace unos días, estaba casi terminado. ¿Lo único que hice? Crear un par de especies. Investigué. Crucé unos animales con otros. Aquí te doy una fotografía ilustrativa de lo que hice en aquella ocasión.
Dios me tendió un papel arrugado y manoseado. Quizás tenía miles de años, estaba siendo testigo de una parte muy importante en la Historia de la Creación.


- Lo que más me costó fue crear al hombre. Un ser complicado. No sólo por su inteligencia, sino por su físico. En un principio pensé en ponerle escamas, pero ya estaban los peces; luego pensé que debía ser verde, pero estaban los lagartos; ¿y si le ponía cuatro patas?, para eso estaban los perros, los caballos, las ratas… -añadió mirándome a mí-, los elefantes…¿Cuántos animales había que se movieran sobre dos patas? Prácticamente ninguno. De vez en cuando los monos, los osos o los perros cuando les da por bailar…
Aquella vez Dios me había llamado a Su lado. ¡Jo! ¡Que flipe! Desde donde estaba, plácidamente sentada en una algodonosa nube, podía ver todo Bubilandia, como un pequeño puntito en un inmenso terreno que era nuestra piel de toro (¡olé! ¡Arriquitaun!). Dios estaba profundo aquella mañana. Disertaba sobre la Creación del hombre. Y yo apenas le escuchaba. Me interesaba más saber cuánto tardaría en caer un lapo desde ahí arriba y si, por la energía cinética, sería capaz de hacer un cráter semejante al que acabó con los dinosaurios…
- ¿Por qué acabaste con los dinosaurios, Dios?
- ¿Dinosaurios? –Preguntó saliendo de su ensoñación- ¡Ah, sí! ¡Aquéllos bichos…! Me aburrían. No eran capaces de evolucionar. No sabían hacer fuego, eran agresivos y tenían un olor peculiar…
Eché un vistazo a mi alrededor, un angelote mofletudo se empeñaba en rasgar las cuerdas de su lira sin darse cuenta de que ese sonido me ponía el pelaje de punta. Sin que Dios se diera cuenta, le pegué una patada, echándolo de la nube y viendo cómo se precipitaba al vacío. Estuve siguiendo su descenso hasta que lo perdí de vista. No me preocupó demasiado. Sin duda se salvaría, aunque parecía tan necio que no sabía usar aún las alas.
- Primero le pedí a mi amigo Bill que creara El Paraíso. Y lo hizo…


- Después creé al Hombre. A mi imagen y semejanza.


- Y después, creé a la mujer.
- Y no pudiste hacerlos más diferentes, Señor.
- ¿Diferentes? –Preguntó Dios. Aquella mañana parecía que también se había levantado más despistado que de costumbre.
- Al menos físicamente. Aunque su funcionamiento también es complejo.
- ¿Crees que el Hombre y la Mujer tienen defectos?
- ¿Es una pregunta retórica?
- ¡No! Es un reto. Te reto a que me demuestres que su funcionamiento es incorrecto. Veremos quien tiene razón.

¡Aló, mom puturrús de foie!

Como veis, Dios me ha puesto en un serio aprieto. Tengo que demostrar, qué género de los pertenecientes a la especie humana es más inteligente.
Os pido ayuda, por favor. Sé que soy una humilde rata. Una rata que apenas sabe nada de vosotros. Aunque, y perdón por lo que voy a decir, creo que las féminas son un poquito más espabiladas. Por eso he decidido poneros dos pruebas. Una para vosotras y otra para vosotros. Cada género que haga la suya y decidiremos según los resultados, ¿de acuerdo?

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PRUEBA A. GÉNERO FEMENINO (Si eres hombre, tienes prohibida la entrada en esta parte del post).
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PRUEBA B. GÉNERO MASCULINO (Si eres mujer, tienes prohibida la entrada en esta parte del post).

Debes encontrar a Wally en la siguiente fotografía...
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Difícil, ¿eh?
Sólo os pido que os lo toméis en serio...

¡Un beso, mom petits de sussue!