jueves, 22 de enero de 2009

Jaimito, Agente Secretito

Aló, mom puturrús de foie!

Hoy vengo espiritada, miscaramelitosdemielyalmendrasrecubiertosconunacrujienteyespesacapadechocolate.

He estado en mitad de una investigación importantísima de la que depende el futuro de Bubilandia y, por ende, de mi cloaca. Se supone que es Alto Secreto, pero, dado que muchos de vosotros lleváis soportándome varias semanas, voy a compartir los detalles del caso.
Ayer, como sabéis por las fechas de los post, anduve hasta tarde arreglando papeles en mi despacho cuando oí un ruido en el descansillo. Pensando que podía ser ‘Peluchito’, el fiero y terrible gato de la vecina, cogí de uno de los cajones del escritorio mi revólver y esperé a que entrara esa mugrienta bola de pelo. No es la primera vez que me atacaba, por eso decidí estar prevenida.
¡Toc, toc, toc…!
“¿’Peluchito’ llamando a la puerta?”. Por si acaso le quité el seguro al arma y, con voz templada, grité:
- ¡Adelante!
Mi asombro fue mayúsculo cuando ante mí apareció, no ‘Peluchito’, sino un Humano alto, embutido en un largo abrigo y con la cara cubierta por una recia bufanda oscura y gafas de sol.
Con rapidez introduje el arma en un bolsillo de mi chaqueta. “Si este Humano viene de parte de ‘Peluchito’, se las verá con mi amiguito de acero”.
- ¿No está un poco oscuro para ir con gafas de sol? –Pregunté.
El Humano no dijo nada. Se limitó a sentarse con tranquilidad ante mi escritorio. Sin decir media palabra metió su diestra en el bolsillo interior de su abrigo, movimiento que me hizo encañonarlo con ‘Willy’, mi revólver.
- No hagas un solo movimiento o, te juro, que estarás muerto en menos tiempo que el que necesitaron los ratones de la Cenicienta en arreglarle el vestido...
El Humano ni se inmutó, aunque juraría que bajo su bufanda se dibujaba una sonrisa de suficiencia. Con parsimonia sacó de su abrigo un sobre amarillo y un montón de recortes de periódico que versaban sobre el mismo tema:

http://www.20minutos.es/noticia/445160/0/aguirre/espionaje/madrid/

http://www.abc.es/20090121/madrid-madrid/gonzalez-granados-niegan-acusaciones-200901211308.html

http://www.madriddigital.info/search.php?q=espionaje

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/01/20/madrid/1232447497.html

Cogí el sobre y, ante mi desconcierto, había un fajo de billetes de 100 y una nota: “Averigua quién se ha encargado de espiar. Nosotros nos encargaremos de saber quién lo ha contratado”.
Tuve que leer el papel varias veces. Cuando levanté la vista, el misterioso hombre ya no estaba allí.
Decidí ponerme en marcha cuanto antes. En estos casos es mejor seguir la pista cuando aún está fresca. Al haber nacido en las cloacas y al saber moverme con soltura tanto en ellas como en Bubilandia, sabía perfectamente dónde debía ir.
Pregunté a varios ratones de los bajos fondos. Me moví como pez en el agua el distrito más caro de la ciudad. Hice mis averiguaciones y, ahora mismo, estoy en poder de deciros lo que todos se están preguntando hoy: ‘¿Quién ha espiado a varios de los miembros más destacados del Partido Popular de la Comunidad de Madrid utilizando fondos públicos?’
Como soy buena dibujante, le pedí a los ratones que me hicieran una descripción del hombre al que habían visto espiando y escudriñando por aquellos lugares.
- ¡Llevaba gabardina! –Gritaba uno con su aguda voz.
- ¡Y un gorro! –Chillaba el otro.
Cuando terminé, siguiendo sus indicaciones, les tendí el papel.
- ¡ES ESE, ES ESE! –Aullaron los dos a un tiempo.


El Sospechoso realizando tareas de espionaje. La imagen ha sido censurada porque existe una cosa llamada 'Presunción de Inocencia', ¿sabéis?






¡Ya tenía al sospechoso! Pero debía cotejar mis datos con otros testigos. Así pues, y como ya he dicho, me dirigí a uno de los barrios más selectos de la capital. Si unos humildes ratoncitos podían darme información. ¿Podría recibir la misma de las Ratitas de la Alta Sociedad?
Decidí visitar a la Duquesa de Queso Prano, una ratita de holgadas carnes y espléndido pelaje. Se hallaba reunida en su partida de Bridge semanal con la Marquesa Lami, la Condesa Bañón y la Baronesa Puerta Queha Cefrío. Con toda naturalidad les mostré el dibujo que había hecho con ayuda de los ratones. Pero ellas no se mostraron conformes.
- No recuerdo que tuviera bigote, querida… -Comenzó a decir la Duquesa cortésmente.
- Y parecía más alto y delgado… -Recordó la Condesa.
Les pedí que me lo describieran y comencé a dibujar dejándome guiar por su memoria. Cuando hube terminado mi dibujo se lo mostré.
- ¡Es ese, querida! –Exclamó la Baronesa sujetándose el monóculo para verlo mejor.
- Aunque no estoy segura de que tuviera tres manos… -musitó tímidamente la joven Marquesa.






El sospechoso realizando tareas de espionaje. La imagen ha sido censurada porque existe una cosa llamada 'Presunción de Inocencia', ¿sabéis?





Con ambos dibujos en uno de mis bolsillos me encaminé a los archivos policiales. Era lógico que ambos individuos estuvieran relacionados… ¿De qué manera? Encontré varios delincuentes comunes que se asemejaban a ambas descripciones. Así pues, como me debían un favor, me dirigí al despacho del Jefe de la comisaría y allí lo encontré, leyendo una revista de ‘cotilleos’.
- Necesito hacer una rueda de reconocimiento. Ando detrás de algo muy gordo que puede salvar Bubilandia.
Basilio, ‘il Capo di Capi’ de la comisaría, me miró elevando mucho las cejas y, al cabo de unos minutos aceptó mi petición. Hicimos venir a las ratitas y ratones a los que había estado preguntando y les hicimos entrar en la sala donde se llevaría a cabo el reconocimiento:














Ante la imagen, los ratoncitos, muy nerviosos, no estaban del todo seguros de que el nº 2 fuera el sospechoso del espionaje. Las ratitas, por su parte, ni siquiera se fijaron en él.
- Si no es ninguno de ellos… ¿Quién ha sido? –Pregunté con frustración.
- ¡ÉL! –Gritaron ratones y ratitas al unísono.
Me giré a mirar a Basilio, que posaba sus ojos en el punto en el que los de los testigos coincidían.
‘¡Claro’ –me dije- ‘¡la revista! ¿Cómo no he caído antes?’. Me abalancé sobre ella. Ahí tenía la respuesta que había estado buscando. Ahí estaba mi sospechoso. ¡EN UNA REVISTA DEL CORAZÓN!
Ya podía decir, sin género de dudas, quién era el espía y porqué mis retratos robot me habían inducido al equívoco…



































XD

¡Un beso, mom petits de sussue !