miércoles, 27 de mayo de 2009

La Rata Infecta contra Goliat (Bubi 4:1-4)

En capítulos anteriores…

(Bubi 1:1-2).

[Dios se lo piensa bien y castiga a la Rata Infecta con una dislocación de mandíbula en lugar de cerrarle el blog después de decir todo lo que ha dicho sobre Él. Parece ser que el Altísimo ha decidido obviar los comentarios sobre Ratzinger. ¿Será porque ni Él mismo lo aguanta?].

(Bubi 2:1-2).

[Dios decide enviar la undécima plaga sobre Bubilandia para reventar la manifa fachorra antiabortista. Dicha plaga es peor de lo que la Rata Infecta esperaba. Anselmo vuelve a pisar Bubilandia más tocahuevos que nunca].

(Bubi 3:1-2).

[Bubi lucha con la undécima plaga que le ha enviado Dios]



Y el Señor se me presentó nuevamente, con su larga y esponjosa barba blanca, a decirme que me enviaba una prueba más para ver si yo era digna de Él y de este púlpito (blog) desde el que os alecciono e instruyo.

Lo cierto, miscaramelitosdemielyalmendrasrecubiertasconunacrujienteyespesacapadechocolate, es que yo ya estaba empezando a pensar que las visitas que Dios me había hecho a mi cloaca eran todas más falsas que un billete de treinta céntimos. ¡Cuál sería mi sorpresa al descubrir anoche que Él había decidido bajar de las Alturas para hacerme una visita!
Me encontraba yo en el salón de mi cloaca comiendo los restos de una pizza que había encontrado en un cubo de la basura de Bubilandia cuando oí un gran estrépito en la habitación contigua. ‘¡Coño!’ –pensé- ‘¿qué ha pasado?’.
Me levanté rápidamente y me acerqué hasta allí. En mitad de la habitación estaba Dios esperándome, envuelto en una nube de polvo y astillas. El muy jop… simpático, se había cargado mi cama al aparecerse sobre ella.
- Hombre, Dios… ¿qué pasa, tronco? –Pregunté tratando de obviar el hecho de que tendría que pasar la noche tumbada en el tresillo.
Dios escondió bajo Su túnica un par de rayos de los que usa para amedrentar a los humanos y, remangándose el dobladillo dio un par de grandes zancadas hasta llegar a Mi salón.
- No tendrás una cerveza, ¿verdad, rata?
- No, Dios. En esta cloaca no está permitido beber alcohol.
- ¡Pues vaya una full…! –Dijo Dios mientras descansaba Su trasero en Mi sofá- Si en la Iglesia beben vino diciendo que es Mi sangre, no sé porqué no vas a tener tú cervezas en Tu casa…
- ¿A qué has venido? ¿Hace mucho tiempo que no te veía las barbas…?
- He venido a ponerte una prueba. Vas a tener que luchar con un gigante. A ver si eres tan lista como David y lo vences.
- ¿Me vas a enviar a luchar contra Goliat?
- Eso es. Solo que no se llama Goliat. Empieza por ‘M’. Pero no recuerdo el resto del nombre.
- ¿Y de qué me sirve a mí luchar contra un gigante?
- Quiero saber si eres digna de tener un blog.
- ¡Mkgonlaputa…! ¿Ya estamos otra vez? ¡Yo no hago nada malo…! Sé que soy una plasta, pero… ¿por qué no cierras el de Anselmo? Hace días que no escribe, nadie lo va a echar de menos…
- Sí, no estaría mal, pero la orden judicial que traigo es para el tuyo. Además, ya que sacas el tema de Anselmo, vengo a prevenirte.
- ¿Prevenirme? ¿Por qué?
- Anselmo volverá para hacerte algo…
Sacó un par de fotos de Su túnica y me las tendió.
- Sé que Anselmo piensa hacer esto contigo.

'Anselmochucho saludando afectuosamente a esa asquerosa y pútrida rata de cloaca'.

'Así quedará esa infecta rata cuando acabe con ella'.

- ¡Será cabrón!
- Pero ahora no tengo tiempo para darte más detalles… Sólo quería prevenirte.
Sin más explicaciones, Dios desapareció.
Esta mañana cuando desperté, pensaba que todo había sido un sueño hasta que…

¡Aló, mom puturrús de foie!
Como casi nadie sabe en este blog, tengo dos móviles (¡qué passssssssa!). Uno es de una empresa (‘Timofónica’), y otro es de otra (‘Yoigo’).


El caso, es que yo siempre he tenido ‘Vomistar’. Es el número que me regalaron hace años y nunca he tenido necesidad de cambiarlo. Quizás por pereza, quizás por dejadez… El caso, es que en noviembre del año pasado tuve que comprarme un terminal porque:
1. El antiguo no me funcionaba. Lo había reparado varias veces y cada vez me costaba más hacerlo (lo hacía yo con mis garras, paso de gastarme una pasta en un servicio técnico).
2. Los de ‘Vomistar’ no me daban puntos ni nada por el estilo para el cambio de terminal. Claro, ¡como sólo llevaba nueve años con ellos…!
Así pues, miré en varias tiendas y elegí uno baratito. Yo no necesito grandes alardes. Uno con mensajes y llamadas me vale. No necesito ‘5 ges’, ni elevalunas eléctrico, ni dispensador de tampones. Elegí el más normal, y me venía con una tarjeta ‘Yoigo’ de 10 €. Podía haber gastado esos 10 lauros y haberme olvidado del tema, pero al probarlo me di cuenta de que es mucho más barato esta compañía que ‘Timofónica’ y, además, tiene algo que me gusta mucho más:
¡¡¡¡¡QUE NO ME LLAMAN PARA DARME EL COÑAZO NI ME ENVÍAN MENSAJES DE MIERDA PARA VENDERME LA PUTA MOTO DE LOS COJONES!!!!!
Mientras el móvil de ‘Timifónica’ echaba humo con llamadas de números ocultos (que jamás cojo), o del ‘609’, (a los que en cierta ocasión, yendo en coche los descolgué para ponerles Rammstein a todo trapo :-D y darles por culo de la misma forma que ellos me daban a mí), el de ‘Yoigo’ estaba calladito y modosote.
¡Ahhhhh, qué paz! ¡Qué tranquilidad!
Sólo Anselmo y cuatro gatos más (¡gatosssssss!) me llamaban a ese número. Hasta la semana pasada. Me llamaron del número 1485, pero no pude cogerlo. Hoy ha vuelto a sonar. Si la primera vez no lo he cogido, a la segunda, pensado que podían ser de la operadora ‘Yoigo’ (‘pobrecitos, nunca me llaman, quizás sea importante…’), he descolgado:
- ¿Diga?
- Hola, muy buenossss días, le llamo de ‘Telefónica Móvilesssss’, ¿es ustesss la usuaria de este número de móvil?
(Recita el número. Le digo que sí, aunque, sinceramente, no me lo sé).
- ¿Con quién hablo?
- Con ‘la Rata Infecta’.
(Inexplicablemente el hombre del otro lado del teléfono no se ha desmayado, ni se ha puesto histérico como una quinceañera en celo cuando le hablan de los ‘Tokio Hotel’. ¿Estaré perdiendo magnetismo? Me he mirado en el espejo. ¡No, sigo estando tan buena como siempre!... ¡¡¡¡¡O MÁS!!!!!).
- Encantado, Rata Infecta.
- Grrrrrr.
(‘Un gruñido, ¡ahora vendrá qué quieren venderme!’).
- Queríamossss ssssaber si le interessssaría contratar los servisios de su tarheta ‘Yoigo’ con nosotrosss…
- Pues va a ser que no.
- ¿Cómo dissse?
- Que va a ser que no.
- ¿Puedo preguntarle por qué?
(‘Por poder, me lo puede preguntar. Otra cosa es que no te mande a tomar por c… ¡anda, una mosca!’).


- Porque estoy muy contenta con ‘Yoigo’.
- ¿En qué sssssentido?
(‘¿Mande? ¿Cómo que en qué sentido? Pues en el sentido de que me meto el móvil de ‘Timofónica’ por el ojete y me llamo desde el ‘Yoigo’ que me sale más barato. Es casi como un vibrador gratuito… ¿Quieres probar?’).
- ¿Cómo que en qué sentido?
- ¿Qué classsse de tarificassssión tiene ustesss con ‘Yoigo’?
- ¿Tarifiqué?
(‘Y Egalité y Fraternité’).
- ¿Que qué classsse de ‘tarificasssssión’ tiene usted con ‘Yoigo’?
- Pues la normal.
- ¿Ocho sssséntimos mensahe y quinsssse sssséntimos el establessssimiento de llamada?
- Sí.
- En Movissstar podemos ofresssserle lo mismo.
- ¿Lo mismo? ¿Y para qué quiero yo lo mismo? ¡Ofréceme algo mejor!
- Le podemos ofertar también un móvil…
- … ¿Y para qué quiero yo un móvil?
- Ssssería nuevo.
(‘¡Noshajodíomayoconlasflores! ¿Pensaba darme el suyo viejo?).

- Le repito que va a ser que no.
- Pero sssi hay mucha gente que sse essstá passssando de ‘Yoigo’ a ‘Movissstar’.
He de reconocer, que aquí se me han calentado los bigotes. Le he contado lo del número mío de ‘Timofónica’, el que casi no uso y que, inexplicablemente, todos los días me desaparece pasta. Él seguía erre que erre diciéndome que ‘La gente se está pasando de ‘Yoigo’ a ‘Movistar’', a lo que le he comentado:
- Mire usted, señor. Le agradecería que no volviera a llamarme para hacerme ofertas así. Si no puede mejorarla, mejor no la haga. Eso para empezar; para continuar, le diré que su estrategia de marketing es penosa. No sabe vender el producto. Lo único que hace es echar mierda sobre la competencia. ¿Qué pasa?, ¿Qué si la gente decide tirarse por un puente tengo que ir detrás? No me voy a cambiar de operadora. Es más, el Telefónica que tengo lo voy a pasar a ‘Yoigo’. Eso por pesados, por mentirosos y por mediocres. Que para vender una mierda de producto (y digo que es una mierda porque ni siquiera son capaces de superar a la competencia), tienen que desprestigiar al prójimo…


Así que, miscaramelitosdemielyalmendrascubiertosconunacrujienteyespesacapadechocolate, ese ha sido mi cabreo matutino.
Me ha dado por pensar. ¿El qué? Que hoy por hoy, los partidos políticos hacen lo mismo. No son capaces de defender su programa electoral, sólo echan mierda sobre el contrario. ¿Qué se consigue con eso? Que la gente no vote al partido por ideales, sino que vote porque no salga el otro. Es triste, pero es así.
¡En fin!

En otro orden de cosas, como ya había visto que mi lucha con Goliat había sido un enfrentamiento a campo abierto, he decidido mover ficha antes de que lo haga Anselmo conmigo.
Si Dios me había hablado de mi gigante personal y decía la verdad, ¿por qué me iba a estar mintiendo con el tema ‘Anselmo’?
Os diré la verdad.
Anselmo se ha operado. Y está bien. Me pide que os mande recuerdos a todos y que os enseñe una foto de cómo le han dejado.
Es curioso, normalmente la gente, cuando habla de operaciones, se imagina algo como esto:


No sé cómo pueden ver con los ojos tapados…

Pero la operación de Anselmo no ha sido así. Ha sido más bien así:


O así:


O así:


Incluso así:


O así:

De hecho, el tío estaba tan encantado por lo que le iban a hacer, que me envió una foto desde el quirófano:


¡Qué alegre se le ve...!

Por que sí, miscaramelitosdemielyalmendrasrecubiertosconunacrujienteyespesacapadechocolate. Anselmo se ha hecho un implante. Y no mamario, como cabría esperar, sino peneario.
Anselmo se ha agrandado el pene.
Y tan contento está con el resultado, que me ha enviado una foto.
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Sé que no debería colgarla en blogger, pero imagino que si él está feliz, nosotros debemos estarlo también.
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Ahí va la foto. Tened cuidado no os saque un ojo, ¿eh?
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El soberbio resultado de Anselmo...
Es curioso, hasta de él han hablado personajes de talla mundial como Condoleezza Rice, como lo demuestra esta foto:

En fin.

Espero que las hayáis disfrutado un poco :-P

¡Un beso, mom petits de sussue!

PD. : ¡Jopé! Y que le sigo dando vueltas a la cabeza y no sé a qué viene que Dios me prevenga sobre lo que pretende hacerme Anselmo. Y, lo que es peor, no sé por qué motivo Anselmo me lo hará…