Como ya todos sabréis a estas alturas, Glaglagluix ha estado de fiestas estas dos semanas atrás.
¡Ahhh! ¿Que no lo sabíais? ¡Haber estado al loro del blog, hombre!
El caso, es que el día del pregón me fui con mi sobrino el Guisante a ver a su adorado Dani Mateo…
Como se puede apreciar en esta foto, el jodío se parece a mí una barbaridad :-D
No habíamos llegado a la plaza cuando empezó a aparecer gente y más gente (humanos, por supuesto). Innumerables adultos con sus crías. Nosotros, que estábamos tan tranquilos, tuvimos que luchar para evitar que nos pisotearan o nos tiraran al pilón. Al fin, mi Guisguis y yo conseguimos un sitio seguro desde el que ver el espectáculo y esperar… y esperar… y esperar…
Mi Guisante, al ver crías de humanos, salió corriendo tras ellas para jugar y entretenerse mientras hacíamos tiempo. Cual sería mi sorpresa, cuando una camada de humanos vestidos todos igual (peñas, creo que les llaman), se colocó a mi siniestra. ‘¿Qué demonios querrán estos ahora?’. No debían ser más de ocho o nueve crías, todos vestidos con camisetas, pantalones y sudaderas o camisas del mismo color y un extraño eslogan en la retaguardia.
Al principio no les hice ni pajolero caso. ¿Para qué? Mientras no intentaran venderme o robarme nada… Pero eso, como acabo de decir, fue al principio.
‘¡Pum!’. Sonó a mi alrededor. ‘¡Pum!’. Atronó. ‘¡PUM!’. Los ruidos cada vez eran más frecuentes y más cercanos. ¿De dónde provenían?
Giré a mi alrededor, niños corrían jugando, ajenos al estruendo. Sus padres los miraban con ojos soñadores. ¿Acaso nadie se daba cuenta de lo que estaba ocurriendo?
Mi sobrino, el Guisante, vino hacia mí con gesto de terror.
- ¡Tía Rata Infecta, unos niños me están tirando petardos!
¿Así que era eso? Me volví hacia el foco de todo. La manada de cernícalos peñeros que se había colocado a mi izquierda dejaba pasar su tiempo muerto lanzando pequeños petardos contra los niños que jugaban junto al Ayuntamiento y, por ende, contra mi ratón, al que parecían haber cogido cierta inquina.
- Por favor, ¿podéis dejar de tirar petardos a los niños? –Les pregunté no sin cierto tono de autoridad.
Y ellos dejaron de tirar petardos.
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De verdad, si a estas alturas os habéis creído que esto termina así, es que no me conocéis lo suficiente.
Evidentemente, los niños no dejaron de tirar petardos. Especialmente una niñata con camiseta azul que, a pesar de no tener más de doce o trece años, me fulminó con la mirada y continuó con su estupendísima labor humanitaria (¡jalagran…!).
- Por favor, dejad de tirarles petardos a los niños, que los estáis asustando…
La criaja continuó tirando petardos como si en ello le fuera la vida. Sus amigos la miraban como diciendo ‘¡pues parece que se ha vuelto sorda!’.
- ¿Quieres dejar de tirar petardos de una puñetera vez? ¿No ves que están jugando tranquilamente y tú estás dándoles por saco?
Como es natural, al dirigirme a la cría de un humano, utilicé un lenguaje firme, pero educado. Quizás, si le hubiera dicho: ‘puta’ en lugar de ‘puñetera’ y ‘culo’ en vez de ‘saco’, además de añadir una serie de improperios de mi propia cosecha, la niñata de los coj… habría sido, cuanto menos, más respetuosa.
- Pues que no corran delante de nosotros. Porque no creo yo que sea para asustarse.
- A ver, ellos tienen la mitad de edad que tú. Están corriendo sin molestar a nadie y tú, en lugar de tirarte los petardos en la cara, se los estás tirando a ellos en los pies. Me da a mí que sí que es para asustarse.
- Que se vayan a otro sitio a jugar…
¡Señor, Señor…! Vivan los pueblos y su peculiar y cívica forma de ver la vida.
- Corrección. Ellos estaban antes que tú.
- A mí me han tirado muchos petardos a los pies y nunca me he asustado.
- Pero tú tienes el doble de su edad y ellos no te están haciendo nada malo. Si quieres vengarte busca a quien te los tiró a ti. Pero haz el puñetero favor de dejar a los niños en paz.
- ¡Claro, como se traumatizan…!
A medida que la conversación avanzaba, me daba más y más cuenta de que se me hinchaba la vena frontal. Si la niña no cedía iba a tener que buscar a sus padres y montarles el pollo por la niña maleducada y grosera que tenían en casa.
- ¿Quiénes son tus padres?
La niña me miró con desprecio. Con el mismo desprecio que se usa para mirar una mierda reciente en la suela del zapato. Se escabulló entre sus amigos y continuó tirando petardos mientras decía erre que erre a los camaradas que querían escucharla: ‘Claro, es que los pobres se asustan’. ‘Es que se van a traumatizar’… De vez en cuando me lanzaba miradas furibundas, como si me estuviera perdonando la vida y no supiera si yo iba a ser capaz de cumplir la amenaza de hablar con sus padres (aunque supongo que la cosa habría seguido igual, seguro que estos aplauden el comportamiento de la déspota de su hija).
Hasta aquí, mis querid@s blogger@s el inicio de la historia. No sé si conoceréis cierta colección de libros publicados allá por los ochenta que se llamaban ‘Elige tu propia aventura’, a continuación os podré varios finales alternativos para que elijáis el que más os gusta :-D
1. Me encaro con los padres, dándoles una prolongada disertación sobre la conveniencia de educar a la progenie en el útil uso de la dialéctica y el respeto a otras personas y especies de cara a un futuro más prometedor como posible Embajadora de ACNUR y no como macarra de tercera regional.
2. Discuto con la niñata hasta que se hace de día… tres jornadas más tarde.
3. Le trepano los sesos, descubriendo que no hay nada dentro de su cabezota de melón. Sólo dos neuronas aburridas y un par de telarañas.
4. La atropello y me doy a la fuga (lo que en términos de Rataciudad es hacer una ‘Farruquitada’).
5. Le bajo los pantalones en publico (y ante el alcalde y los pregoneros) y le propino veinte azotes con la vara de medir.
6. Le hago tragar los petardos y espero hasta que, uno a uno, estallan en su sonrosado esfínter.
7. Le pego tal somanta de palos que está cagando dientes tres semanas.
8. Le pego tal somanta de palos que tiene que recoger del suelo sus dientes con los dedos rotos.
9. Me hago una estola con su pellejo.
10. Juego a las canicas con sus globos oculares.
En fin, querid@s mí@s... Elegid, elegid XD
¡Un beso, mom petits de sussue!
PD.: ¡¡¡¡¡PISTA!!!!! El número 4 no anda muy lejos XDDDDD
PD2.: Al primero que diga que la foto de mi sobrino el Guisante está retocada con el Potachof, ¡le arranco la cabeza! (leer con la entonación de la Premio Nobel de la Paz y Princesa del Pueblo, Belén Esteban XD).
PD3.: ¿Por qué estará tan mal visto entre vosotros, humanos, el darle una azotaina bien merecida a un menor? :-$
PD4.: ¡Coño, qué cabeza más pequeña tiene mi Guisguis! Ya podíais haberme avisado, leñe...! XD
Me quedo con el 6 jajajaja, soy un fanático de los pedos.
ResponderEliminarMi muy infecta rata...
ResponderEliminarDesde el punto de vista jurídico:
Los menores que tiraren (o tirasen) fuegos pirotécnicos a los ratasobrinos serán sancionados con la amputación quirurgica de la mano utilizada para arrojar el instrumento explosivo en cuestión. Vale agregar que si han utilizado las dos manos, aplicando la propiedad conmutativa se le amputaran quirurgicamente ambas manos. (y que se rasque el culo con el muñón).
Desde el punto de vista pedagógico:
Se deberá aplicar un elemento punzante que permita mantener los ojos de la criatura abiertos durante 72 horas consecutivas, Se dispondrá de un sillón frente a un plasma de 58 pulgadas donde se repetirá la imagen de un cartel intermitente que diga: "Mira niñata de mierda y la concha de tu madre. NO SE TIRAN COHETES A LOS NIÑOS MAS PEQUEÑOS"
Se recomienda continuar con este tratamiento hasta la mayoría de edad.
Desde el punto de vista de un ex del cartel de Cali:
Se coge a la pendeja de mierda de las dos patas, se la desvirga con una litrona de cerveza vacía y sin tapa, cuando la puta botella hace vacío interior, se la saca del orificio genital con fuerza cosa que a su paso arrastre todos los órganos sexuales de la conchuda criatura. Todo esto mientras se le grita: "VES PENDEJA PUTA, AHORA NOS VAS A SERVIR DE MULA CON TODA ESA CONCHA VACIA QUE TE QUEDÓ"
Rata...
Respecto a tus posibles alternativas...
LA 6 ME RESULTA MUY BUENA.
Con todo el asco que me provoca tu cloaca te dejo un saludito... pero de lejos.
Carlos Hugo Becerra
Lo primero comentar el buen gusto de Guisante por Dani Mateo (muy buen tipo...) y lo de la niña insufribl la opción 8, la más adecuada (recuero la frase de una peli del IRA) y me impacto....Eso debe doler. La trepanación mola, pero para no encontrar nada, mejor no te pones...
ResponderEliminarSaludosss
Guillermo: Sobre todo si son tan sonoros XD
ResponderEliminarCarlos Becerra: ¿Te provoca asco mi cloaca? ¿Para eso la limpio para ti? ¡DESAGRADECIDO!
Vicente Sebastiá: Yo no sé de dónde es esa frase. Pero cuando entre Anselmo seguro que te da la razón, te da el nombre de la peli, de su director, de su casting completo, el minuto de metraje en el que lo dicen, la filmografía completa de cada actor/actriz, la cantidad de sarro que el director acumuló durante el rodaje, el salario de cada ayudante de iluminación, cáterin, maquillaje, storyboard, guionista y los nombres de las abuelas paternas de cada uno que participó en la peli... :-D
La Rata Infecta.
Los niños deberían de estar prohibidos en más de un sitio.
ResponderEliminarY luego no dejan llevar a los perros sueltos ni a las ratas por muchos lugares cuando los niños muchas veces dan más por cul...qué indignación!
Yo voto por la 9 además tiene bonito premio.
Yo habría añadido meterla en un pozo negro con algún tipo de alimaña que royera sus entrañas lentamente y que toda la familia de la rata defecara sobre su cabeza y le lanzara sonoros pedos mientras le decías "A que jode, ¿eh?, a que jode.
ResponderEliminarLa peli es "Juego de lágrimas"(Neil Jordan 1992). Esa frase también la digo yo mucho para impresionar
ResponderEliminarjo...es que yo...yo no puedo elegir...me quedo con todas...soy así de sádica y violenta...ejejejejeje en serio..los hay que se merecen una soberana paliza...y los padres otra pero más bestia, claro...ais...en qué nos hemos convertido...ejejejeje
ResponderEliminarAnda, que guapo el guisante!!!
ResponderEliminarPues despues de meditar las opciones que nos has puesto....no se, es dificil elegir, pero casi con la 7, que este cagando dientes....y la 8? o mejor la 5. Ay Bubi que dificil me lo has puesto...
a algunos niños habría que meterles los petardos por el mismo trasero. Que pena¡ en época de Franco estas cosas no pasaban¡¡ Santo dios¡¡ Pues le dejo un buen saludo de mis chanchos que andan revolcándose a gusto¡¡
ResponderEliminaranda, que ya le vale al guisguis... con la edad que tiene y miedo a los petarditos... y discutiendo sobre si la niña hacia bien o mal... me cago en sus muelas, rata, que no has contado que al pobre crio ya le explotaron un puto petardo de los cojones en la cara hace uno o dos años en las mismas fiestas, que estos de guadalix, porque no llevan la boina pa' que se les reconozca de lejos, pero son paletos como pocos, hijos de sus madres... y conste que el peque-peque, tambien conocido como pelotilla, es de guadalix desde que nació, el jodio, pero a pesar de todo debe ser de la faccion pija...
ResponderEliminarS.: ¡Gran verdad cuando hablas de mi especie, las ratas! En cuanto a la número 9, no sólo tiene un bonito premio (la estola), sino una gran rima XD
ResponderEliminaranselmo: Veo tu castigo. Lástima que nuestras ventosidades anales no puedan compararse a los petarditos de la jodía niña de la leche.
anselmo: Sabía que darías datos sobre la filmografía completa del director.
En cuanto a lo que dices sobre impresionar... Permíteme que me mofe. La única vez que has impresionado tú ha sido cuando hiciste aquélla singular obra de arte en cierto baño de cierto local de Segovia que...
Desastrilla: los humanos se han convertido en alimañas, que no en ratas, que somos divinas. Algún día los humanos desaparecerán de la faz de la Tierra y nosotras dominaremos todo esto... BWAH-AH-AH-AH-AH... ¡Cof, cof, cof! (¡Coño el resfriado).
conxa: ¡Más bonito que un San Luis, mi Guisante!
Pero mira que eres indecisa XD
SALUSTIANA: Señá Salustiana, sepá usted que honra mi blog con su presencia. Más aún si esta viene acompañada de esas estupendas mascotas suyas de pezuña ennegrecida y sabrosa carne...
Anónimo: Es que tenías que haber estado tú para defenderlo como una leona a su cachorro. ¡Mujer de Dios!
La Rata Infecta.